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  • Las micro y pequeñas empresas son motores que impulsan el crecimiento y reactivación económica en Norteamérica.  De acuerdo con el Payment Study 2021, elaborado por CIAL Dun & Bradstreet, proveedor global líder de datos y análisis de decisiones comerciales, dichas compañías destacan en pagos puntuales en los tres mercados de la región.

    Considerando las prácticas de pago por tamaño de compañías, las micro y pequeñas empresas exhiben el mejor comportamiento de pago en América del Norte y, a medida que aumenta el tamaño, el porcentaje de pagos puntuales retrocede algunos puntos, especialmente en las más grandes.

    En promedio, al cierre de 2020, el 43.3% de las microempresas de la zona cumplió con sus pagos en tiempo y forma. El 45.5% de las pequeñas empresas hizo lo propio, mientras que 28.7 y 17.4% de las medianas y grandes, respectivamente, cumplió con sus obligaciones.

    Gráfica 1. Puntualidad

    Las micro y pequeñas empresas de América del Norte son las que, en promedio, registran más pagos a tiempo. Por país, las empresas mexicanas pequeñas, medianas y grandes son las más puntuales de la región
    Unidades: Porcentaje
    CIAL Dun & Bradstreet

     

    De manera particular, las pequeñas, medianas y grandes compañías mexicanas destacaron en pagos puntuales en la región.

    Los retrasos en los pagos son multifactoriales, que abarcan desde cuestiones propias de cada sector hasta temas de cada país. Todo lo anterior enmarcado en una pandemia que no se veía en la historia moderna de la humanidad.

    Ciertas empresas y sectores toman muy en serio hacer frente a sus obligaciones crediticias por las consecuencias que puede existir en su historial. Uno de los impactos más comunes se nota cuando vuelven a pedir un crédito o financiamiento, que se vuelve más caro porque serán percibidas con mayor riesgo de incumplimiento de pago.

    Otro incentivo para no retrasarse son los intereses que se pueden generar por incumplir con los pagos. En el caso mexicano, una de las prácticas para asegurarlo es pedir referencias o un aval quien haga frente a las obligaciones.

    Antes de llegar a un acuerdo comercial es necesario saber cuál es la posición financiera de proveedores, prospectos de clientes y socios, para minimizar riesgos, evitar estar inmersos en una situación de impago, reducir las deudas incobrables y tener un flujo de efectivo saludable.

    A continuación, cuatro consejos que ayudan, de primera instancia, a administrar el riesgo de impago:

    1. Prevención: Consultar un informe crediticio es útil para decidir hacer tratos o no con una empresa. Es una excelente manera de ayudar a evaluar el riesgo crediticio en términos de clientes que suelen retrasarse en sus pagos.
    2. Todo por escrito: Cuando un socio necesita modificar el acuerdo, una vez ya pactado, no siempre se formaliza. Las circunstancias comerciales pueden cambiar, los empleados van y vienen y los acuerdos ‘informales’ son difíciles de hacer cumplir. De ahí, la importancia de respaldar los acuerdos de las partes involucradas.
    3. Incentivos positivos: Algunas empresas se centran en multas por pago atrasado; sin embargo, otras compañías han descubierto que los descuentos por pagar por adelantado son una forma más eficaz de evitar retrasos.
    4. Otros respaldos. Las compañías pueden solicitar a los clientes que proporcionen una tarjeta de crédito como respaldo cuando firman un acuerdo de compra; si un pago se retrasa, pueden facturar a la tarjeta de crédito del cliente. A diferencia de los otros consejos, ésta aplica más para las pequeñas empresas, ya que ello no es tan habitual si se trata con un cliente de mayor tamaño.

    La data adecuada, en tiempo real y con reportes precisos da la visibilidad comercial que las empresas requieren y que ayudarán a los clientes a crear distintos escenarios posibles para tomar decisiones preventivas, que repercutirán en sólidas finanzas.

     

    Crédito: CIAL Dun & Bradstreet México