La falta de semiconductores, además ser una herencia de la pandemia, destaca la importancia de las cadenas de valor, así como su impacto a otras industrias, como la automotriz.
En México, la producción de autos cayó 25.9% en octubre, comparado con el mismo mes del año anterior, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). En Brasil, retrocedió 24.8%, en el mismo periodo, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores.
El hecho de que un sector se frene por completo trae repercusiones en negocios como flotillas, renta de autos y, en un escenario más adverso, en recorte de producción y de empleos, lo que se convierte en un círculo vicioso.
Banco de México estima que los problemas de la cadena de suministro automotriz podrían impactar al PIB en 1%, este año.
Si bien los semiconductores han ganado protagonismo los últimos meses, CIAL Dun & Bradstreet ha notado que cuatro riesgos avanzan entre las mayores amenazas para los negocios, al tercer trimestre del año:
- En Europa, que la extrema derecha francesa gane las elecciones presidenciales en 2022, lo que genera preocupaciones sobre la integridad de la región.
- En Asia, las ausencias laborales y enfermedades de los trabajadores, escasez de inventarios, falta de controles epidémicos y problemas fronterizos pueden aumentar más los costos de fletes e insumos.
- También en Asia, un lento proceso de vacunación o nuevas variantes de COVID-19 en Japón, Corea del Sur y China deprimirán el consumo el próximo año. Lo anterior puede escalar, de nueva cuenta, a un tema internacional.
- Un riesgo global es que, los ciberataques, robo de datos, actividades fraudulentas y riesgos de interrupciones de información aumenten, impactando el entorno empresarial.
Sea por un tema propio o ajeno, los patrones de pago pueden develar el verdadero estado financiero de una compañía, incluso derrumbar el ‘efecto de encubrimiento’ e impedir que los acreedores y principales fuentes de financiamiento se vean sorprendidas por cuentas incobrables.
La ‘tormenta perfecta’, para las compañías, se termina de formar con el desconocimiento en la evaluación de clientes, proveedores, prospectos comerciales y en la incapacidad de detectar riesgos futuros.
Para hacer frente a una situación tan delicada, que puede poner en riesgo a todo un ecosistema, los datos surgen como los principales aliados. Sin embargo, más allá del volumen, la calidad de las fuentes de información, el procesamiento dinámico para una interpretación acertada, una gestión de riesgo eficaz y el acercamiento a la ciencia de datos permitirán construir relaciones comerciales sólidas y duraderas.
Para contrarrestar y minimizar riesgos, es crucial que las empresas adopten -lo más pronto posible- decisiones basadas en datos y automatización, que serán determinantes en la toma de decisiones.
Del otro lado, aquellas compañías que decidan ignorar los datos y confiar solamente en su intuición, serán presa de quiebras sorpresa y, en un escenario adverso, pondrán en riesgo su futuro.
Crédito: CIAL Dun & Bradstreet México
