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  • ¿Es el análisis de datos la pieza faltante en el éxito del comercio exterior?

     

    En el mundo, los procesos de cualquier tipo de industria están basados en los datos. El Big Data —entendido como el conjunto de datos de gran tamaño y complejidad, especialmente procedentes de nuevas y diversas fuentes de información— es más que una herramienta indispensable: es la estructura con la que los tomadores de decisión están haciendo vínculos e impulsando sus negocios.

    La era de la digitalización ha colocado a los datos como uno de los activos más importantes con los que cuentan las empresas modernas, debido a la cantidad de información generada y a la inmediatez con la que surge. Cada minuto, Google procesa 5.9 millones de búsquedas, y los usuarios mandan poco más de 230 millones de correos electrónicos.

    Lo anterior tiene impacto en lo económico. La industria del uso y almacenamiento de datos constituye una importante generación de dinero. Cifras de Allied Market Research muestran que el mercado global de Big Data y análisis empresarial se valoró en 198,080 millones de dólares en 2020, y se proyecta que alcance 684,120 millones de dólares para 2030, creciendo a una tasa anual compuesta de 13.5% en nueve años.

    El poder de la gestión de datos en las empresas

    Las estimaciones recientes de Statista respecto a la cantidad de datos creados o replicados a nivel mundial apuntan que, en los últimos 10 años, el volumen de información se multiplicó por más de 30, pasando a 64 zettabytes (1zb = mil trillones de bytes) el año pasado.

    Además, se espera que, en 2025, se superen los 180 zettabytes, gracias al desarrollo de tecnologías como la conexión 5G, el internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) y la penetración de redes sociales.

    A la par del crecimiento y de los beneficios de adaptarse a una cultura data-driven, llegan los desafíos; uno de los principales: la organización y la forma de implementarlos de manera correcta.

    El Big Data es imprescindible en la industria porque ayuda a las organizaciones a tomar decisiones adecuadas, basadas en información tangible y mejorando su eficiencia operativa, al tiempo que fortalece la innovación en las empresas.

    El poder y el valor del análisis de datos en una industria moderna, totalmente conectada y con procesos más rápidos, se pueden ver reflejados en varios casos de éxito que han tenido algunas de las grandes industrias impulsadas por tecnología. Por ejemplo, las aplicaciones de alojamiento, que lograron adaptarse al contexto mundial para modificar su forma de operación y dar una mejor experiencia a sus clientes.

    La principal app de este sector vio una caída, de más de 70%, en sus reservaciones por la pandemia, así que cambió su enfoque y, basándose en sus datos, ajustó su algoritmo de recomendaciones para redefinir la forma en la que hoy la gente viaja y se hospeda de manera segura, empezando a recomendar lugares de alojamiento un poco más lejos de las grandes ciudades. Con esto, la empresa logró mantenerse a flote y reposicionarse.

    Los titanes del e-commerce es otro ejemplo del uso exitoso del Big Data para fines comerciales, ocupando la información de recomendación de productos (qué buscan, qué quieren y cuánto tiempo miran un artículo) para ofrecer experiencias más personalizadas y estableciéndose como una de las empresas que más usan Big Data, ya que, con más de 197 millones de visitas mensuales, genera un inmenso número de datos.

    Big Data y comercio exterior

    El mercado actual y su panorama de cambio llevan un desafío en la operación de las compañías, las cuales pueden frenar su desarrollo, ya sea por problemas de volatilidad económica o de falta de organización; sin embargo, hoy contamos con estrategias de prevención en la forma de análisis y gestión de datos.

    Tomemos como ejemplo al ecosistema del comercio exterior, que se nutre continuamente de la formación de nuevos aliados y la creación de lazos sólidos para identificar la competencia. Por su naturaleza competitiva y de constante transformación, esta industria se apoya mucho del Big Data para una mejor toma de decisiones, especialmente al realizar operaciones de importación y exportación.

    Respecto a México, es innegable el valor de las exportaciones. De enero a mayo de este año, las exportaciones totales sumaron 240,168 millones de dólares, de acuerdo con datos del INEGI, lo que representa un alza de 4.6% respecto al mismo periodo del año pasado.

    En este sector, la velocidad en la recopilación y el proceso de datos lo es todo. Al ser un pilar esencial de la economía global, el comercio exterior necesita tomar decisiones informadas y analizadas en tiempo real. Esto permite a las empresas identificar oportunidades y riesgos de manera temprana y tomar medidas para aprovecharlas o mitigarlas, respectivamente.

    ¿Por qué trabajar con datos en el comercio exterior?

    Conocer los movimientos del mercado y sus tendencias significa un diferenciador decisivo en el comercio exterior, y al usar, interpretar y procesar datos, es posible saber esos movimientos. De aquí surge el valor de la data en el sector, segmentado en beneficios puntuales como los siguientes:

    • Brinda a las empresas la capacidad de evaluar su desempeño en el comercio exterior, identificar áreas de oportunidad, optimizar su estrategia y buscar crecimiento sostenible.
    • Mejorar la eficiencia en la cadena de suministro en el comercio exterior. Al analizar datos, las empresas pueden identificar oportunidades y optimizar el flujo de productos desde el origen hasta el punto de destino.
    • Permite reconocer patrones en el mercado internacional, aprovechar oportunidades emergentes y tomar decisiones adecuadas basadas en información tangible.

    El uso y análisis de Big Data es fundamental para el comercio exterior y en la forma en la que pueden generar lazos. Al recopilar y procesar información de forma efectiva, así como decidir de manera más firme y basada en datos sólidos, las empresas estarán mejor posicionadas para capitalizar las oportunidades, mitigar riesgos y competir en un mercado global que diariamente se transforma.

    Por Sergio Hernández, CEO y presidente de CIAL Dun & Bradstreet México.