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  • Un nuevo reto emerge para las empresas en 2022: cumplir con sus obligaciones crediticias y evitar caer en insolvencias. Los análisis apuntan a un alza de doble dígito en la incapacidad de las compañías para pagar sus deudas, a nivel mundial.

    El escenario base es que las insolvencias comerciales aumentarán 15% en 2022, comparado con el año anterior, de acuerdo con un estudio de la aseguradora de crédito comercial Euler Hermes; será el mayor ascenso anual desde 2009. En buena medida, el incremento de las empresas que no podrán enfrentar sus compromisos crediticios responde al fin de las medidas de apoyo y estímulos de los gobiernos.

    Al menos existen cinco factores que pueden acelerar -o frenar-, el número de insolvencias: el repunte económico, el ritmo de retirada de apoyos gubernamentales, el deterioro financiero de las compañías, la recuperación de la creación de nuevas unidades de trabajo y el impacto de las empresas ‘zombies’ en los ecosistemas.

    Sobre este último punto, hay empresas que están en una situación endeble y no tienen ni recursos ni manera de sobrevivir a la ‘nueva realidad’. La razón principal por la que subsisten es gracias a los apoyos de los gobiernos.

    Estas compañías ‘zombies’ pasarán facturas. No será ninguna sorpresa que, además de los recursos gubernamentales, también se estén financiando de proveedores, banca privada y otras compañías. La realidad no solo alcanzará a éstas, también al resto de sus socios y cadena de valor.

    En otro escenario, las insolvencias escalarán 33% el próximo año, comparado con 2019, de acuerdo con un análisis de Atradius, operador global en seguros de crédito. Un punto de presión que contempla son las distintas variantes del COVID-19, que pueden obligar a nuevas medidas de confinamiento.

    Además, si bien está previsto que las interrupciones de la cadena de suministro comenzarán a disminuir en lo que queda de 2021, la escasez de semiconductores se mantendrá, al menos, una parte del próximo año, lo que presiona a la baja a industrias como la automotriz, incrementa tiempos de entrega y costos de producción.

    Por regiones, América del Norte no sufrirá tanto gracias al crecimiento económico de Estados Unidos y la cantidad de estímulos que destinó en su momento. El Fondo Monetario Internacional estima una expansión del PIB estadounidense de 6.0% este año y 5.2% el siguiente.

     

    Gráfica 1. Punto de atención

    *Estimados
    Después de una contracción en 2020 y un rebote en 2021, el próximo año será retador en materia de crecimiento económico.
    Unidades: Porcentaje
    FMI

    La contraparte será Europa, donde la previsión es que crezca el número de insolvencias por segundo año consecutivo, gracias a empresas de países como Italia y Reino Unido, que verán alzas de 34 y 33%, respectivamente, entre 2022 y 2019.

    Debido a la magnitud de la situación que se avecina, gobiernos como el de Singapur y Brasil están reformando sus leyes de insolvencia para simplificar los programas de reestructuración y liquidación de deuda y fomentar la mediación, de acuerdo con el informe The Year Ahead de la firma de servicios jurídicos y fiscales, Baker McKenzie.

    Los estragos de la pandemia siguen saliendo a flote y la insolvencia de las empresas será el centro de atención, en especial aquellas que son vulnerables y candidatas a la quiebra.

    Para enfrentarse a esta ‘nueva realidad’, los datos de calidad, actualizados y disponibles en tiempo real serán los aliados de las compañías. De la mano de la tecnología y una interpretación acertada, no solo se minimizarán los riesgos crediticios, también se aprovecharán oportunidades y construirán relaciones de largo plazo con socios comerciales.

    Crédito: CIAL Dun & Bradstreet México