La inflación y las tensiones geopolíticas son algunos de los desafíos de la industria financiera hoy. ¿Cuáles otros hay?
El ecosistema financiero mundial es vulnerable a las crisis económicas regionales, y las finanzas mexicanas no son excepción.
Pero, así como hay una tendencia a las malas noticias, existen pronósticos positivos que dan un respiro a los accionistas, y, por supuesto, a los consumidores. En 2022, el sector banquero mexicano se benefició gracias a factores como el alza de las tasas de interés en el mercado, alcanzando la utilidad neta de 236.7 mil millones de pesos (mmdp), con un incremento de 30% año con año.
La importancia de las instituciones financieras no es menor. Tan solo el crédito de la banca comercial al sector privado en México —una parte de todo el sistema— alcanzó 40% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022, según datos del Banco Mundial.
Sin embargo, la revolución tecnológica está presionando a las instituciones para avanzar al ritmo de la vanguardia. La innovación presente en herramientas como el aprendizaje automático, el blockchain e Inteligencia Artificial ha mejorado la eficiencia y velocidad de las transacciones, la experiencia del cliente y la gestión de crédito, pero también ha desarrollado nuevos riesgos que están relacionados con la ciberseguridad y la protección de datos.
El otro lado de la industria
La globalización de la industria financiera también plantea retos significativos. A medida que las instituciones financieras expanden sus operaciones a nivel internacional, se enfrentan a cuestiones como la gestión de amenazas en múltiples jurisdicciones y la adaptación a las diferencias culturales y medidas regulatorias.
La inclusión financiera es otro desafío importante para la industria financiera. A pesar de los avances tecnológicos, aún existen grandes segmentos de la población en todo el mundo que no tienen acceso a servicios financieros básicos.
Esto limita su capacidad para ahorrar, invertir y protegerse contra eventos inesperados. Las instituciones financieras deben encontrar formas de llegar a estas poblaciones marginadas de manera rentable y sostenible.
Regulación complicada y el poder de la data
Un obstáculo recurrente en la industria es la creciente complejidad de la regulación financiera. Los cambios constantes en las leyes y reglamentaciones gubernamentales pueden dificultar que las instituciones financieras logren mantenerse al día y cumplan con todas las normativas o responsabilidades en tiempo y forma.
En este último punto, el impacto ya se está haciendo más notable. Datos internos de los clientes de CIAL Dun & Bradstreet han arrojado que, al menos, 26% de las mayores empresas financieras presentarán atrasos en sus pagos crediticios en 2024.
Para hacer frente a dicha problemática, es menester que las empresas aprovechen el gran valor de la información. Las tendencias para 2030 en este rubro se están dirigiendo a modelos donde los clientes recuperen el control de sus datos gracias a nuevas tecnologías que abran el acceso a una mayor cantidad de data.
Los productos y servicios financieros serán personalizados y los datos ofrecerán más poder de negociación al cliente y, sobre todo, una mejor toma de decisiones crediticias, transformando las gestiones de crédito y el procesamiento de información a través de las plataformas Software as a Service (SaaS) como CIAL360 Credit para centralizar y agilizar la recopilación de data con un análisis basado en reglas que derivan en beneficios como:
- Acelerar el ciclo de ventas.
- Toma confiable de decisiones de crédito.
- Evaluación transparente de clientes.
- Incremento en la constancia y construcción de escalabilidad.
En resumen, la industria financiera se enfrenta a una serie de retos interrelacionados en la actualidad. La tecnología, la regulación, la globalización, la inclusión financiera y la ética son áreas clave que requieren una atención constante por parte de las instituciones financieras y los profesionales.
Para sortear dichos desafíos, la tecnología y la data son tus principales herramientas para tomar decisiones más inteligentes. Por ello, es fundamental recurrir a grandes bases de datos, como la de CIAL Dun & Bradstreet, que cuenta con información comercial actualizada sobre más de 360 millones de empresas en el mundo y 40 millones en América Latina.